Y dónde está la snitch? [James Sirius]

Estaba aburrida y decidí que lo mejor sería despejar mi mente volando... por un momento pensé que podría aprovechar para entrenar para el juego contra Slytherin, pero no tenía cabeza para eso.
Casi sin pensar monté en mi Saeta de Fuego y empecé a volar haciendo extrañas piruetas y arriesgados giros... ya daba igual si me mataba jugando Quidditch o asesinada por un mago oscuro, desde mi punto de vista, no había nada por lo que vivir ya... o si?

Esperaba que nadie viniera por aquí, especialmente cierto golpeador de Gryffindor, que tenía el poder de hacer un lío mi mente... odiaba que todo fuera tan difícil! pero claro, eso no se lo iba a decir a nadie.

No estaba precisamente escuchando las clases en ese momento, pensamientos de la temporada de Quidditch inundaban mi mente, la fecha del comienzo se acercaba peligrosamente y yo no había practicado lo suficiente. No necesitaba que hubiese un partido próximo para ir al campo de Quidditch a practicar un poco. Ok, tal vez era un poco obsesivo con aquello pero no me podía dar el lujo de perder la práctica y menos perder contra las otras casas que se encontraban por debajo de nuestro juego, pues claro, las otras casas no me tenían a mí.
Así que tan rápido terminó la clase, le pedí a Ted si podía llevar mis cosas a la sala común, para poder dirigirme directamente al campo.

Al llegar ahí dije unas cuantas palabrotas en voz alta. No había sido lo suficientemente rápido, ya había alguien volando, pero me relajé y reí con fuerza cuando vi que sólo era Vic, ¿haciendo qué en el aire? Listo, esa chica ya había perdido la razón…pero bueno, había pensado desde siempre que aquello era cosa de tiempo.
- ¿Problemas con la escoba? - le grité mientras en mi rostro se instalaba una amplia sonrisa.

Estaba volando casi de cabeza cuando vi a alguien acercarse... alguien de Gryffindor! "Maldición" pensé mientras bajaba a ver de quién se trataba, aunque al oír la voz de mi querido primo burlándose de mí, no pude evitar una carcajada.
Bajé hasta llegar a un par de metros sobre el suelo y lo miré fingiendo molestia - nada de eso, primito... sólo trato de matarme de una forma extraña y exótica... además creo que hacer piruetas te ayuda al momento de jugar, cuando tienes que esquivar bludgers... deberías saberlo porque eres buscador, no? - dije para molestarlo, aunque se lo tomaría a broma.
- qué tal Jamie... hoy no vienes con tu séquito de jugadores, eso es un milagro... - sonreí.

James se olía que algo raro pasaba entre Ted y yo, pero no decía nada. Supongo que no le importaría mientras eso no afectara el rendimiento de Ted en el campo de Quidditch... pero a la larga eso terminaría pasando y se enfadaría mucho conmigo.

Mi sonrisa se volvía ahora algo siniestra, pensé que esta chica me conocía, pero parece que mis habilidades de bromista estaban más allá de lo esperado. No podía desaprovechar la oportunidad del contraataque. -Tú sabes como es esto de tener admiradores Vic, ya he visto por lo menos a uno de los nuestros seguirte por los pasillos como un lobito, digo perrito – no tenía que entrar en detalles, bien sabía que me refería al galán de Lupin. Todavía no entendía como aquel chico había captado la atención de una de las chicas más lindas del colegio.
Dejé en el suelo el bolso que llevaba y lo abrí para comenzar a depositar en él mi túnica, seguida del chaleco con la corbata. Empecé a desabrochar lentamente los botones de la camisa, pretendiendo cambiarla por algo más cómodo para empezar a practicar. Una melodía de una canción popular se apoderaba de mi cabeza y no tardé mucho en llenar el aire con ella, versión silbido.
Ya con el torso desnudo levanté la vista para mirar a Vic y guiñarle un ojo. - No te ilusiones que me pondré algo. – Sí, tenía que admitir que estaba orgulloso de mi cuerpo y alardear un poco no le hacía mal a nadie. Sólo al ego de los flacuchos ( ).

Vi que sonreía y que se iba a por el contraataque... por qué mis primos y yo éramos tan revanchistas y no nos gustaba perder? Esperé el golpe y cuando lo oí hablar, me dolió... era obvio que se refería a Ted Lupin... arqueé una ceja para ocultar mi turbación y sonreí con despreocupación... - Pues, sí... hay tantos que a veces es difícil deshacerme de ellos - dije con un aire algo arrogante mientras me acomodaba el cabello. Luego sonreí - así que también vienes a practicar, eh? - dije, aunque al ver que se cambiaba, mi pregunta había sido respondida. Empezó a silbar una canción que yo no conocía... probablemente alguna canción conocida en Inglaterra - linda canción... cómo se llama? - pregunté.
La verdad es que mi primo no estaba nada mal... tenía muy buen cuerpo... "bah! pero en qué cosas piensas Victoire!" me regañó mi mente, y simplemente le respondí que hay que apreciar lo bueno que ofrece la vida...
Cuando me guiñó un ojo y me dijo que no me haga ilusiones, reí - creo que el que se ilusionaría si yo hiciera eso, serías tú... y media escuela - sonreí divertida - aunque sí, mejor te cubres, que no me gusta ver cosas feas - dije sacándole la lengua, jugando.

Sus últimas palabras sonaban en eco como si mi cabeza fuera una gran cueva (pensamiento no muy favorecedor). La expresión de mi rostro era de total dolor, fingido por supuesto. Mi sobreactuación dramática daba paso de a segundos a una sonrisa que intentaba extenderse por mi rostro, sin obtener grandes resultados debido a mi firmeza. Para quien no me conocía y veía esa escena pensaría que estaba sufriendo como nunca, y que las palabras de Vic habían sido realmente crueles para herirme de esa manera.
Bajé la cabeza y cuando la levanté ya había nuevamente una sonrisa en mi rostro. Cuando ya estuve vestido y listo para practicar, dejé todas mis cosas dentro del bolso sin cerrar allí botadas en plena cancha y cogí mi escoba. En menos de un segundo ya estaba en el aire.
- De verdad no sé cuál es el nombre de la canción, pero la escucho una vez más y me da un ataque de histeria…la han pasado demasiado. – Las canciones que eran pegajosas daban sólo para una temporada, luego cuando escuchabas a alguien por los pasillos cantándola o siquiera tarareándola te daban ganas de darle un buen golpe. Si logras con aquello que se le olvide la canción y se concentre en otras cosas como el dolor, misión cumplida.
Me coloqué al lado de donde estaba ella y me tendí en mi escoba hacia delante, la posición me recordó a mi gato cuando se estiraba luego de una buena siesta.

Para variar, hizo melodrama! como si no lo conociera! se hizo al que estaba muy herido por mis palabras y yo solamente sonreí antes de despeinarlo con cariño - Oh vamos, Jamie! ya sabes que no hablo en serio... eres mi primo más guapo, pero no le digas a nadie que dije eso... - dije riendo con ganas, vi que levantó la mirada con una sonrisa - engreído - le recriminé divertida.
Una vez que estuvo vestido se subió a su escoba y se elevó en el aire, un poco más alto que yo, lo alcancé y escuché que me decía que no sabía el nombre de la canción, pero que si la oía una vez más tendría un ataque de histeria. Reí débilmente.
- Te entiendo... me pasó lo mismo con una canción muggle hace tiempo... era más o menos así: J' sais bien qu' j' l' ai trop dit, mais j' te l' dis quand meme... je t'aime~~ - canturreé suavemente

Fruncí el ceño cuando dijo que mi canción no era bonita...cómo que no era bonita! si el francés es el idioma más bello del mundo! y es el idioma del amor! agh! por qué me han tocado primos tontos? Iba a decirle un par de cosas pero el muy cobarde huyó con su escoba... bah!
Cuando propuso jugar un duelo de escobas sonreí de oreja a oreja. James sabía cómo divertirme - vale, acepto... pero dime... qué se lleva el ganador? - pregunté con malicia, mientras acomodaba mi cabello, que el viento se empeñaba en despeinar.
Odiaba despeinarme, pero en el quidditch es así, una no puede ser bella siempre, no?