¿La Mejor Solución? [Albus]

Como muchas noches, no podía dormir, los sentimientos para su hermana le atormentaban, sentía que iba a explotar su cabeza, como no dejara de pensar en ello. Pero era tan guapa, tan cariñosa, tan simpática, tan preocupada y dulce. A pesar de que no debía mostrar su debilidad delante del resto de gente, muchas veces, cuando estaban a solas, estaba apunto de caer, había salido de su sala común, vestido con los pantalones típicos de traje y la camiseta con un par de botones desabrochados, de Slytherin, con las mangas subidas y había ido al bosque prohibido, a pasear, a ver si se relajaba.

Pero ni los bosques por el oscuro lugar le relajaban, casi preferiría no haber paseado por allí, solo se había puesto a pensar si Lily se adentrase allí sola, lo que le podría pasar y se fue hacia el sauce boxeador, su padre le había contado como pararlo y lo hizo, cogió un palo y con una velocidad, digna de uno de los mejores buscadores de Hogwarts como su padre, tocó el tronco. Pasó por el pasadizo hasta la casa de los gritos, cuando llegó, oyó pasos, así que la casa estaba ocupada por alguien ya, decidió averiguar quien era, para decidir si quedarse o irse, no lo tenía demasiado claro, aún.

En el desván se paró alguien, se acercó a las escaleras y observó que arriba, sentada en un sofá antiguo, estaba su hermana, la chica que causaba que él caminara de aquí para allá, a todas horas. Al ver que ella cogía un trozo de espejo partido negó para si mismo, sabiendo que estaba mal ultimamente, podía llegar a imaginarse algo de lo que quería hacer, así que subió con sigilo, quedandose en la puerta, vigilando y cuando ella estuvo despistada salió de su escondite, cogiéndole el cristal, cortándose un poco la palma de la mano - Que pretendías hacer con él, Lily? - Preguntó serio.

Y cuando más sumida en mis ideas suicidas estaba, el causante de mis torturas mentales y sentimentales hizo acto de presencia, arrebatándome el cristal de las manos y dándome un susto, pues no le esperaba. Di un respingo sobre el sofá donde me encontraba, pero al ver que era mi hermano suspiré aliviada. Ya de por si esa casa daba miedo y a saber quien o que podía ser. Sin embargo la angustia volvió a invadirme por el simple hecho de pensar en que Albus, al haberme visto en aquel estado, pudiese imaginarse lo que pasaba por mi mente. Aunque su pregunta me confirmó que realmente era así. No podía dejar que creyese eso, por más verdad que fuese.-Nada Albus... -Alegué sin atreverme a mirarle a los ojos.

Guardé silencio unos segundos, tratando de calmarme interiormente para que mi hermano no descubriese mi actual estado de desesperación y frustración. Suspiré levemente y entonces me percaté de su mano ensangrentada.-Mira, te has cortado.. -Negué ligeramente con el rostro y tomé su mano entre las mías, examinándola, a pesar de que aun no había soltado el trozo de cristal. Lo tomé cuidadosamente con mi diestra mientras que con la otra aun le sostenía. Tiré dicho cristal al suelo y saqué un pañuelo del bolsillo interior de mi túnica. Comencé a limpiar su herida con suavidad.-No has debido cogerlo así... -añadí.

Ella se asustó, en la casa de los gritos, eso era lógico. Se alivió al ver quien era. Pero al poco pareció angustiada por la situación que acabab de suceder. Había entrado Albus, la había visto con un cristal en la mano, con cara pensativa y sabiendo que estaba mal pronto tuvo claro que podía estar sucediendo, así que le quitó el cristal, pero cuando se lo quitó, sangraba. Ella dijo que no quería hacer nada con el trozo de espejo roto que aún sujetaba Albus. Serio, añadió - Seguro que no querías hacer nada, Lily, parecía que si ibas a hacer algo - Dijo serio, notando la sangre que bajaba por sus dedos

Ella se dió cuenta de su mano llena de sangre y se lo indico - Ya, lo he notado, pero antes que dejar que te cortes tu - Notó sus cálidas manos cogiendo la propia, ella la examinaba, cual médico. Cogió el cristal y antes de que pudiera replicar, lo tiró y con su pañuelo, empezó a limpiar su herida, cosa que agradeció de sobremanera, quedándose quieto - Te repito, si no lo llego a coger así, te habrías cortado tu y hubiese sido peor - Observaba a su hermana, que estaba muy aficionada cuidandole la mano, la herida no era muy profunda y pronto dejó de sangrar, gracias a los cuidados de la chica y le colocó una mano en el hombro - Si no estás bien, puedes contarmelo, eh? que para eso soy tu hermano - Con el rostro serio asintió, verificando sus palabras.

Le oí hablar, cada una de sus palabras entró a mi cabeza, pero yo no podía mirarle, no sin que mis expresivos ojos le revelaran la verdad de mis intenciones. Así que me limité a terminar de limpiar su herida cuidadosamente, y, al acabar, dejé el pañuelo sobre el sofá.-No me habría cortado, estaba teniendo cuidado...-Dije y me puse en pie inmediatamente, saliendo del hueco entre dicho sofá y mi hermano. Caminé hacia la pequeña ventana del desván, apoyándo los codos en ésta. Dándole la espalda a Albus. Observé con atención el exterior: la oscura noche y el suelo nevado.

-Estoy bien... -Mentí sin más remedio. Porque no, no estaba bien. Sentía unas punzadas en mi pecho que me hacían retorcerme de dolor. Una presión en mis sienes que no me dejaban pensar, pero, sobretodo, un enorme sentimiento de culpabilidad por amar a mi hermano.-Es solo que... -Suspiré levemente, sin apartar mis orbes de la nieve, aunque mi cabeza no estaba pendiente precisamente de lo que mis ojos veían.-Aun estoy algo afectada por lo del torneo... -Terminé en un susurro.

Ella ni le miraba a los ojos, talvez sabía que su mirada sería muy reveladora para Albus, él no leía mentes, pero si sabía cuadno su hermana estaba mal, estaba contenta, cuando mentía, por algo era su hermana. No dijo nada y siguió sin mirarle, se limitaba a mirar y a limpiar la herida que él se había hecho en la palma de la mano con el cristal que elal tenía en las manos cuando él llegó. Alegaba que estaba teniendo cuidado y que no se había cortado - Y si te hubieses cortado y si fuera un corte profundo ? es esa tu intención? Pensé que los Gryffindor eráis valientes, pero no tontos - Negó para si mismo, incluso enfadado.

Observó como ella depositaba el pañuelo encima del sofá, pero ella se había puesto de pie, se acercó a una ventana y observaba la noche y la nieve. Ella mentía y decía que estaba bien, con tranquilidad y sigilo, se acercó a ella, con ambos brazos, no hizo nada más que abrazarla de la cintura contra él, pegándose a su espalda, besando su hombro por encima de la ropa. Pero después ella admitió que seguía afectada por lo del torneo, así que siguió pegado a su espalda, abrazándola y Albus le susurró - Tranquila, estoy contigo, puedes contarme y desahogarte cuando quieras, Lily, para algo soy tu hermano y tu confidente, no? - Sonrió y siguió abrazándola protector.

Cuando mencionó lo de los Gryffindors apreté los labios. ¿Valientes? Eso se suponía, pero yo de valiente no tenía nada desde hacía mucho tiempo. Si tuviera valor me hubiese girado en ese momento y le hubiese confesado que estaba perdidamente enamorada de él, y que si después de eso me repudiaba lo aceptaría y me alejaría de su vida para siempre. Aunque eso me doliese más que un puñal en el pecho.

Sin embargo callé, continuando con mi mirada sobre el exterior. Pero entonces noté como él me abrazaba por la espalda, rodeando mi cintura con sus brazos. Su rostro rozó ligeramente el mío cuando depositó aquel pequeño beso en mi hombro, y yo sentí un cosquilleo recorrer cada poro de mi piel. ¿Aquel acto cariñoso de mi hermano era normal para conmigo? ¿No se vio demasiado... extraño? No, eso no podía ser, era imposible. Yo y mis pensamientos dementes, solo era mi imaginación y lo que mi retorcida mente quería creer. Debía desechar esas ideas y mantenerme serena, pero la cercanía de Albus hacía llegar a mi su delicioso aroma y sin poder evitarlo cerré los ojos durante el segundo en el que un suspiro salio de mi boca.-Lo se, y te lo agradezco... -Añadí y entonces volteé despacio, quedando frente a él, de cerca, pues aun no me había soltado. Le miré a los ojos, casi involuntariamente.-Supongo que solo necesito tiempo... -Susurré.

Ella no pareció responder con ningún gesto ante lo que él le dijo sobre los Gryffindor, en ocasiones normales, se hubiera girado y habría protestado, pero vió que si estaba muy tocada, además, ella había dejado de ser tan valiente desde que sucedió lo del Torneo de los tres magos, donde vió la muerte muy de cerca. En muchos momentos en la presencia d esu hermana, siempre pensaba en confesarle, todo lo que él sentía. Podía abrazarla, hacer que le mirara y decirle la verdad, que la quería, pero no podía hacerlo, algo le impedía y era el hecho de que todo era una locura, su vida se convertía en una locura, creía que nunca sería feliz con ninguna otra chica, ni aunque le comieran el coco.

Ella no hizo nada al notar como él le rodeaba la cintura, se rozaron ambos rostros, se sintió especial, en ese momento, aunque talvez ese gesto había sido demasiago cariñoso para dos hermanos, quizás había delatado alguna cosa, pero ella no parecía indignarse, ni mucho menos apartarse o decirle algo, parecía haberlo aceptado como un acto de cariño. Negó cuando ella se giró y se quedó muy cercana a él, mirándole a los ojos - No tienes que agradecerme nada, además, estoy convencido que te recuperarás, es solo eso, tiempo para superar esa traumática experiencia en el Torneo - La abrazó contra él, besándole la mejilla, en un acto de hermano protector.

Parecía que Albus realmente se había tragado lo de que mi actual estado de ánimo era por el torneo. Tenía razón, fue traumática, aunque en el fondo hubiera deseado que Roderick me hubiese matado. Sin embargo Pierre lo impidió, y ahora yo cargaba con el peso de su muerte. Mi conciencia nunca estaría en paz, aunque no hubiese sido culpa mía.

Me quedé contemplando sus ojos, quizá demasiado embelesada, pero era tan guapo... Para mi no existía ningún otro ser sobre la faz de la tierra que igualase a mi hermano, en ningún aspecto. En ese momento una pequeña voz interior me dijo que le besara, que me olvidara de todo y todos, que pensara en mi, en mi felicidad, porque también me merecía ser feliz... Sin embargo otra voz me dijo que no lo hiciera, pues él me repudiaría y me tacharía de loca. Me rendí a la segunda voz, para mi desgracia, y sin más me dejé abrazar por Albus, aferrándome a sus brazos y dejando reposar mi cabeza sobre su hombro.-Albus, tengo que decirte algo... -Sería el primero que se enteraría de lo que había estado maquinando estos días atrás: mi marcha de Hogwarts. Temía su reacción, pero merecía saberlo.

Ella parecía mirarle de una forma extraña cuando él comentó que era lógico que se encontrara de esa manera por lo del torneo. Sabía que había sido traumática y que después de eso, toda la família, se había comprometido a no dejar de protegerla, ese Rodercik andaba suelto, aunque Albus empezaba a conectar con gente de Durmstrang para ver si le podían dar algo de información, que para él sería vital para encontrar a ese tipo y dejarle claro que por mucho que tenga sus creencias e ideologias, su familia, fuera Potter o Weasley, no se tocaba y de paso hacerle pagar por lo mucho que también estaba haciendo sufrir a Victoire con la muerte de Pierre.

Ella le miró a los ojos, incluso se quedaba mirándole como si la mente de la chica, se fuera a pasear por el cielo oscuro, de negra noche y volviera a bajar. Él casi la miró de igual forma, no había encontrado nunca una chica que le pareciera más atractiva o guapa que su hermana, pero eso era un problema, aunque le estaba matando por dentro, decirlo, quizás serían problemas añadidos. Notó como ella se dejaba abrazar y luego reposaba su cabeza en el hombro del chico, Albus dejó que ella lo hiciera sin decir nada, luego le comentó que quería decirle algo y se puso hasta nervioso. Entonces su rostro se convirtió en un rostro de seriedad - La última vez que me dijiste esto, acababas de romper la escoba de James y sabías que te esperaba una buena regañina, que has hecho ahora? - Se rió sacándole la lengua, mientras la abrazaba.

Al oirle alcé el rostro, apartándolo de su hombro para poder mirarle a los ojos. Tenía miedo de su reacción, más que de la de nadie. Pero tenía que hacerlo, era ahora o nunca. Deshice el abrazo para voltearme y alejarme de él unos pasos, los suficientes como para llegar a la ventana más cercana y apoyarme de lado en el marco de ésta.-Albus... -Comencé, sintiendo como un nudo comenzaba a formarse en mi garganta, haciendo que las palabras salieran entrecortadas de mi boca. Tomé una bocanada de aire innecesario, intentando darme el valor suficiente.-Me voy de Hogwarts... -Añadí sin más, directamente, ¿para que andarme con rodeos?

Sabía que para mi hermano iba a ser algo sorprendente, que no entendería el porque de mi marcha y posiblemente pondría mil pegas y me empezaría a decir que no podía hacerle eso a papá y a mamá, ni a James.-Te pediría que no me preguntaras el porque, pero se que lo harás... -Suspiré levemente apretando los labios. Era obvio que tendría que mentirle, no podía decirle el verdadero motivo. No podía confesarle que estaba enamorada de él.

Ella alzó el rostro apartándolo de su hombro, así ahora estaban cara a cara y se podían mirar a los ojos, esos ojos tan bonitos que tanto le gustaban y que tan loco le volvían, no estaba solo enamorado de ella, incluso empezaba a obsesionarse, seguro. Ella se separó y se acercó a al ventana, colocándose de lado, eso hizo que su sonrisa se desvaneciera, observándola serio, sin saber que querría, escuchó su nombre y se acercó un par de pasos, a ella no le salían las palabras, seguro que era importante. Y de golpe se lo soltó, sin miramientos, sin andarse con rodeos, se lo dijo, quería irse de Hogwarts, más bien no, ya sabía que iría de Hogwarts, pero nuestros padres lo sabían?

Se sorprendió mucho ante eso que ella decía. Decía que no le preguntara el porque - Como no voy a hacerlo, tu dices que te vas de Hogwarts y piensas que te dejaré marcharte sin decirme el porque? que hay de tus amigos, de papá y mamá, de James, de las primas, primos, tios y abuelos Weasley? Has pensado en como se lo dirás a ellos? Madre mía, es una decisión muy arriesgada, aunque si tienes algún problema, puedes contar conmigo siempre que quieras - La observó y se acercó unos pasos para ver si ella se encontraba bien y si quería seguir hablando, quería un abrazo o quería consejo.

Albus dijo exactamente lo que yo ya me esperaba. Me mencionó a toda la familia y me hizo recordar las consecuencias de mi decisión. Sin embargo el motivo de mi marcha superaba a todo eso, incluso a mi. Me superó tanto que ya no tenía fuerzas para continuar. Sentía que en cualquier momento flaquearía y sin poder evitarlo le confesaría a Albus mis sentimientos por él. Y eso si que sería un problema irremediable. Mi hermano jamás sentiría por mi la misma clase de amor que yo siento por él... Me repudiaría, no lo entendería... O al menos eso creía yo, estaba convencida de ello. Por eso debía huir, antes de que todo empeorase. Antes de darle a mi familia un motivo mayor para que no me mirasen más a la cara.

¿Pero ahora que le diría a Albus? mentirle me dolía demasiado.-Claro que lo he pensado... Muchas veces, llevo demasiado tiempo sin dormir bien... -Confesé suspirando, abrumada.-Albus yo... -Me giré, encontrándome de frente con su cuerpo y, al alzar la mirada, con sus penetrantes ojos. Su rostro perfecto me miraba con expresión sería, y no me gustaba... Odiaba discutir con él.-Quisiera poder decirtelo todo y que lo entendieras, pero... eso no pasará... -Me atreví a dejar mi mirada fija en la suya, sin vacilar. Aunque me estaba costando horrores.-Simplemente no puedo seguir aquí, es como si los muros de Hogwarts me estuvieran aprisionando hasta dejarme sin respiración... -Terminé dejando escapar otro pequeño suspiro.

La mirada de ella, se lo dejaba todo claro, cuando él mencionó la familia, ella desvió la mirada, la questión era, que no quería contarle el porque se iba, desde que ella había desviado la mirada, lo había tenido claro, eso. No sabía porque no confiaba en él, la quería, mucho más de lo que ella se imaginaba, tanto, que la deseaba, la amaba con toda su alma, pero no podía decírselo, le diría que era un depravado y lo haría pasar por loco. Al parecer ella tenía muy claro que quería irse de Hogwarts, se la veía insegura, pero almenos tenía clara la idea y eso no le gustaba, la quería a su lado, era egoísta, pero si, la quería con él, allí, podiéndola ver cada día y si algún día se diera la oportunidad, besarla y decirle lo mucho que la amaba.

Ella seguía meditándolo, se le veía dibujado en el rostro, ella decía que no dormía bien, que lo había pensado mucho. Cuando se giró, sus ojos se clavaron en los de la chica, no quería que se fuera - Pues no le des más vueltas y quedate, no puedes hacernos eso, a tu familia, nosotros te queremos y mucho - Niega, cuando escucha sus palabras, ligeramente enfadado - Y porque no me lo cuentas? somos hermanos, yo siempre te lo cuento todo, que pasa, desconfías hasta de tu hermano? - Suspiró al oírla, realmente estaba mal, y cercano a ella, añadió - No puedes irte, te hecharía mucho de menos, me dolería muchisimo, no tenerte cerca, cada día - También él, estaba triste.

Me dolió tanto cuando me preguntó que si desconfiaba hasta de mi propio hermano que sentí una daga atravesarme el pecho. Él no entendía nada, no se trataba de confianza, no se trataba de contarle y esperar que alguien me ayudase, pues eso era imposible.-Claro que confio en ti! no es eso... -Sentía que empezaba a alterarme, pero más bien era por evitar que las lágrimas comenzaran a salir de mis ojos. Tuve que emplear mucha fuerza interna para que eso no pasara.-Albus tu no lo entiendes... -Dije, apretando los labios y bajando la mirada de golpe al suelo. Sentía que las manos me temblaban. ¿Quizá debía decirle la verdad para que me dejara marchar? Era una locura... Pero no podía más.

Me llevé ambas manos al rostro, cubriéndolo, en cuanto noté como el llanto se apoderaba de mi, haciendome débil y arruinando lo que momentos antes había tratado de evitar: llorar. Caí de rodillas al suelo, desesperada.-Estoy enamorada... -Y aquello salió de mis labios casi sin mi voluntad. No dije su nombre pero el motivo de mi marcha se lo había soltado, llorando.

Sabía que eso le dolería mucho, por eso había empezado a usar la guerra psicologíca y sentimental con su hermana, diciendo eso, de que no confiaba en él, sabía que surgiría efecto, podía ser cariñoso, amistoso y todo lo protector que su familia quisiera, pero las habilidades de una serpiente, nada las podía matar, siempre conseguía lo que quería, como fuera. Ella le dijo que confiaba en él, pero sabía que dentro de Lily, había una vocecita que clamaba porque no se lo dijera y otra voz, más notoria, decía que claro que él debía saberlo y eso era bueno, porque así acabaría sabiéndolo. Ella, parecía incluso contener el llanto, era cuestión de tiempo, sabía que eso dolía, pero era conveniente, el fin, justificaba sus metodos.

Alzó ligeramente una ceja - Si confias en mi, me lo contarías, pero bueno, al ser una chica es más complicado y lo entiendo, aunque a ti te parezca que no - Observó como apretaba los labios y bajaba la mirada, sabía que estaba apunto de llorar, pero se tapó cuando lo hacía. Cuando ella cayó de rodillas al suelo, él se agacho, acariciando su pelo, con suavidad. Sus palabras le dejaron helado, ella ya estaba enamorado de alguien, eso hizo que su furia augmentara, pero se mantuvo quieto y le dijo - Cual es el problema? el amor es algo único y que se tiene que sentir, aprovechalo y se feliz, quien es el afortunado - Preguntó, haciendo una mueca, más que una sonrisa.